La salud de tus pies es primordial, y cuando se trata de una uña despegada, es clave saber cómo actuar. Aquí te dejamos algunos consejos:
Puede ser tentador, pero ¡evita arrancar la uña! Esto podría empeorar la situación y aumentar el riesgo de infecciones.
Lava el pie con suavidad, evitando productos irritantes. Un jabón neutro y agua tibia serán tus aliados.
Utiliza un apósito estéril para proteger la uña. Esto ayuda a prevenir lesiones adicionales y mantiene la zona limpia.
Por ahora, es mejor evitar esmaltes y productos químicos en la zona afectada. Permite que la uña respire.
Si la situación persiste o hay signos de infección, no dudes en consultar a un podólogo. La atención profesional es fundamental.
Recuerda, tus pies merecen cuidados especiales. ¡Cuida cada paso hacia la salud!