
Durante el verano, muchas personas experimentan una molestia común pero a menudo subestimada: la hinchazón de los pies. Este problema, aunque generalmente leve, puede afectar la calidad de vida y ser señal de otras afecciones más serias. La podología, rama de la medicina especializada en el cuidado de los pies, juega un papel clave en el diagnóstico y tratamiento de esta condición.
¿Por qué se hinchan los pies en verano?
El calor es uno de los principales responsables de la hinchazón de pies en la época estival. Las altas temperaturas provocan la dilatación de los vasos sanguíneos, especialmente en las extremidades inferiores. Esta vasodilatación favorece la acumulación de líquidos en los tejidos blandos (edema), generando inflamación.
Factores que pueden agravar esta hinchazón incluyen:
- Permanecer de pie o sentado durante mucho tiempo.
- Uso de calzado inadecuado o cerrado.
- Problemas circulatorios o linfáticos.
- Retención de líquidos por mala hidratación o dieta alta en sal.
- Embarazo o ciertos medicamentos (antihipertensivos, antiinflamatorios, etc.).
¿Cuándo preocuparse?
Aunque la hinchazón leve y ocasional suele ser benigna, se debe prestar atención si:
- La inflamación es persistente o empeora con el tiempo.
- Solo afecta a un pie.
- Se acompaña de dolor, enrojecimiento o calor local.
- Aparece de forma repentina.
En estos casos, es fundamental acudir a un profesional, ya que podría ser señal de trombosis, infección o problemas cardiovasculares.
Prevención y cuidados básicos
Para evitar o minimizar la hinchazón de pies en verano, los podólogos recomiendan:
- Mantenerse hidratado: Beber suficiente agua ayuda a eliminar toxinas y reducir la retención de líquidos.
- Moverse con frecuencia: Evitar permanecer en la misma posición por largos periodos.
- Elevar las piernas: Favorece el retorno venoso.
- Uso de calzado adecuado: Ligero, transpirable y con buen soporte. Evitar sandalias muy planas o zapatos muy ajustados.
- Aplicar baños de agua fría: Ayudan a reactivar la circulación.
- Evitar el exceso de sal en la dieta.
La importancia del podólogo
El podólogo no solo trata patologías del pie, sino que también puede detectar señales tempranas de trastornos circulatorios, metabólicos (como la diabetes) o linfáticos. En casos de hinchazón crónica o recurrente, el podólogo puede:
- Evaluar la biomecánica del pie.
- Prescribir plantillas ortopédicas si es necesario.
- Detectar signos de insuficiencia venosa o linfedema.
- Derivar al especialista adecuado si se sospecha de una afección sistémica.
Conclusión
La hinchazón de pies en verano es común y, en la mayoría de los casos, puede prevenirse con hábitos saludables y el uso de un calzado apropiado. Sin embargo, no debe ignorarse cuando se vuelve persistente o dolorosa. Consultar al podólogo a tiempo puede marcar la diferencia entre un simple edema por calor y una condición médica más seria.