Los callos y las durezas son problemas comunes en los pies que muchas personas intentan tratar en casa con métodos caseros o productos de venta libre. Sin embargo, aunque puedan parecer inofensivos, mal manejarlos puede provocar complicaciones importantes. En este artículo te explicamos qué son, por qué aparecen, y por qué es fundamental que sea un podólogo quien los trate de forma segura y profesional.


¿Qué Son los Callos y las Durezas?

  • Callos (helomas):
    Son áreas pequeñas, duras y elevadas de piel que aparecen por presión o fricción repetida. Suelen formarse en zonas óseas, como los dedos de los pies o entre ellos.
  • Durezas (hiperqueratosis):
    Son capas más amplias y planas de piel endurecida, generalmente en las plantas de los pies o en los talones. Aparecen como mecanismo de defensa frente al roce o la presión excesiva.

¿Por Qué Aparecen?

Las causas más comunes incluyen:

  • Calzado inadecuado (demasiado apretado o con suelas duras).
  • Caminar descalzo frecuentemente.
  • Mal apoyo del pie o alteraciones biomecánicas (pies planos, juanetes, etc.).
  • Actividades que implican presión prolongada en los pies.
  • En algunos casos, enfermedades como la diabetes pueden favorecer su aparición o complicar su evolución.

¿Por Qué No Debemos Quitarlos en Casa?

Aunque existen limas, cuchillas y productos químicos para «eliminar» callos y durezas, usarlos sin supervisión profesional puede ser peligroso. Aquí te explicamos por qué:

  1. Riesgo de infecciones
    Cortar demasiado o lastimar la piel puede abrir puertas a bacterias, causando infecciones que pueden complicarse seriamente, sobre todo en personas con diabetes o problemas circulatorios.
  2. Daño a tejidos sanos
    Es fácil confundir piel endurecida con piel sana. Una mala maniobra puede provocar heridas, sangrados y dolor innecesario.
  3. No se trata el origen
    Quitar el callo o la dureza es solo un alivio temporal si no se corrige la causa (mal apoyo, calzado, pisada). En poco tiempo, el problema volverá.
  4. Productos químicos agresivos
    Muchos parches o líquidos callicidas contienen ácidos que pueden quemar la piel sana si no se aplican correctamente.

El Rol del Podólogo

El podólogo es el especialista en el cuidado de los pies. Su intervención es clave en estos casos por varias razones:

  • Diagnóstico preciso:
    No todo lo que parece un callo lo es. A veces, pueden confundirse con verrugas plantares, quistes u otras lesiones.
  • Tratamiento seguro:
    El podólogo elimina callos y durezas con instrumental especializado, sin dañar la piel sana.
  • Prevención de recurrencias:
    Analiza la causa del problema (pisada, calzado, deformidades) y puede recomendar soluciones como plantillas personalizadas, ejercicios o cambios en el calzado.
  • Educación en el autocuidado:
    Enseña cómo cuidar tus pies correctamente para evitar que el problema vuelva.

¿Cuándo Acudir al Podólogo?

Debes consultar a un podólogo si:

  • Tienes callos o durezas recurrentes.
  • Sientes dolor al caminar.
  • Padeces diabetes u otra enfermedad crónica.
  • Tienes dificultad para cuidar tus pies por ti mismo.
  • Has intentado tratamientos caseros sin resultados.

Conclusión

Quitar callos y durezas en casa puede parecer una solución fácil, pero sin supervisión profesional puede traer más problemas que beneficios. El podólogo no solo los elimina de forma segura, sino que se enfoca en tratar la causa y prevenir complicaciones. Si notas molestias en tus pies, no lo ignores: acude a un especialista.


Callos y Durezas en los Pies: ¿Por Qué No Debemos Quitarlos en Casa?

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